Ayuda a tu hijo o hija a observar elementos como títulos, subtítulos, imágenes o esquemas, permite que comenten sus primeras impresiones.

Puedes hacer las siguientes preguntas:

Estas preguntas le permiten identificar aspectos del texto que conocen y que puede relacionar con su vida cotidiana. Además, puedes compartir anécdotas personales para enriquecer la conversación.

Los niños y las niñas aprenden a través de la observación e imitación, por lo que es fundamental que les des un ejemplo claro de cómo hacerse preguntas sobre el contenido del texto. En lugar de simplemente decirles qué deben hacer, describe la importancia de cada pregunta que se vayan generando durante la conversación guiada.

Por ejemplo, puedes decir en voz alta:

Fomenta la participación del niño con preguntas abiertas, evitando aquellas que solo requieran un “sí” o un “no” como respuestas. Puedes hacer preguntas como:

Al hacer este tipo de preguntas no solo se activan sus conocimientos previos, sino que también fortalece el pensamiento crítico. En lugar de buscar respuestas cerradas, motiva al niño o niña a ver distintas opciones y a entender el texto a su manera.

Recuerdale que no hay preguntas «correctas» o «incorrectas». Lo importante es que se sienta libre de preguntar lo que le cause interés o duda. Para poder conectar sus intereses con los objetivos de lectura. Por ejemplo:

A medida que el niño o niña se sienta más cómodo formulando sus propias preguntas, puedes ir retirando poco a poco tu ayuda.

Estos ejemplos ayudan a ilustrar cómo puedes ir quitando poco a poco tu ayuda, permitiendo que el niño o niña aprenda a confiar en su propia curiosidad y capacidad de formular preguntas.